lunes, 2 de abril de 2012

UNA CONFERENCIA EXCELENTE DE CARLOS KASUGA

http://www.youtube.com/watch?v=aI5des_KKlE

Hoy ponemos una conferencia del gerente de YAKULT CARLOS KASUGA

Carlos Kasuga: “todo lo que hagas, hazlo bien”



El pasado 9 de febrero se realizó la conferencia magistral "El bien ser y hacerlo bien" del destacado empresario nikkei Carlos Kasuga en el auditorio del Centro Cultural e Informativo de la Embajada del Japón. La actividad fue organizada por el Centro Nikkei Argentino y el Centro Argentino de Ex becarios del Japón. Presentamos los conceptos brindados al numeroso público que se dió cita en la sede cultural de la Embajada del Japón.
"Soy hijo de inmigrantes japoneses que en los años treinta tuvieron la gran visión de escoger esta tierra. Soy de fabricación japonesa, pero orgullosamente hecho en México" son las primeras palabras que Carlos Kasuga expresa al público con suma emoción y convicción. Y agrega: "Esto me dió la gran oportunidad de vivir en un hogar japonés, con idioma, costumbres y tradiciones japonesas y desarrollarme en el medio nacional mexicano”.
En cada palabra que el destacado empresario nikkei Carlos Kasuga Osaka expresa, son motivo de reflexión y enseñanza. Y no es casualidad que sus conceptos tengan como principales receptores a los jóvenes: "El objetivo de mi vida ha sido tratar de ayudar a los jóvenes, que estudien muy fuerte, que sean empresarios de la vida, que generen muchas fuentes de trabajo a mucha gente, que tanto hace falta en toda latinoamérica".
Carlos Kasuga sostiene que para tener una empresa de calidad, una familia de calidad, una institución de calidad, primero la persona tiene que comprometerse con uno mismo y con su gente y así ir formando "hombres de calidad".
Para ésto, Kasuga sugiere seguir cuatro pasos: el "bien ser", el "bien hacer", el "bien estar" y el "bien tener".
Bien Ser
"Debemos ser puntuales, ser honestos, ser trabajadores, ser disciplinados, ser cariñosos... El principio fundamental es el respeto. Si no es tuyo debe ser de alguien... por ejemplo: si este anillo te lo encontraste y no es tuyo debe ser de alguien, entonces devuélvelo ! ... si te encuentras una billetera y no es tuyo debe ser de alguien... si te encuentras en una fiesta a una señora y no es tuya, debe ser de alguien..."
Bien hacer
"Todo lo que hagas, hazlo bien... si te vas a levantar hazlo bien, si te vas a vestir hazlo bien, si te vas a despedir de tu familia hazlo como si fuera el último saludo... es hacer las cosas bien". Las personas que dan más de lo que reciben, a su familia, a sus hijos, a sus trabajadores, a sus empleados, a su sociedad, van a llegar al tercer paso: el bien estar".
Bien estar
"Este paso es sinónimo de felicidad, porque diste lo mejor de tí a toda la gente con la que tuviste la fortuna de tratar en el día de hoy".
Siguiendo los tres pasos: bien ser, bien hacer y bien estar... tarde o temprano nos llevarán al "bien tener".
Bien tener
"Recuerden: no busquen tener el bien tener rápido y fácil sin hacerlo bien y mucho menos sin sentirlo bien. El bien tener es el resultado de desarrollar los tres pasos anteriores: el bien ser, bien hacer y bien estar".
Los Nikkei
También hay lugar para una definición de los Nikkei:
Somos hombres 120% con lo mejor de Japón y el país de nacimiento.. 60% japonés y 60% del país donde nacimos. Somos pequeños embajadores de Japón en el país donde nacimos y residimos. De la misma manera, somos embajadores de nuestros países de procedencia ante el Japón.”
Educación
Carlos Kasuga se refiere a la importancia de la educación:
"Mi padre me enseñó: si quieres riqueza para tí y para toda tu gente que te rodea, siembra en ellos educación.
En latinoamérica nos procupamos solamente por la educación del conocimiento y por las calificaciones. Lo que nos hace falta es una educación formativa, es decir una educación de valores.
Y si nuestros gobiernos no pueden pagarles más dinero a los maestros, es nuestra obligación brindarles a ellos muchos sueldos moral, sueldo moral de agradecimiento, de reconocimiento, de profunda gratitud".
Limpieza
"Otro de los problemas es la falta de la higiene, de la limpieza. Debemos enseñar a la niñez, a nuestra gente, a nuestros empleados, a nuestros trabajadores, que la virtud más noble que tiene el ser humano es la limpieza. Es muy común ver a empresarios, ejecutivos, directores, jefes que tienen baños privados, espejos relucientes, jabones perfumados, toallas blancas... mientras el baño del trabajador es un verdadero cochinero... ¿ Ustedes creen que el trabajador no tiene dignidad ?... no tiene sentimiento ni orgullo?... es así que al ver esta diferencia, el trabajador no se llega a poner verdaderamente la camiseta de su empresa".
Buen ejemplo
"Los jefes, directores ejecutivos, empresarios, ponemos reglamentos como los que se vá a sancionar al trabajador que llegue diez minutos tarde.
Es así, que muchas veces, estos altos ejecutivos llegan a bordo de su BMW una hora tarde y nadie dice nada. Mientras que el pobre trabajador que se levantó tempranísimo, caminó ocho cuadras, tomó el colectivo después de minutos de espera, soportó el calor y la incomodidad con otras personas y por un accidente imprevisto en el camino llegó 1 minuto tarde y lo sancionaron ! ... ¿ Cómo creen que se siente el pobre trabajador ?... rabia, injusticia e impotencia seguramente serán algunos sentimientos que aflorarán ante este hecho. El buen jefe, buen director, buen empresario debe ser el primero en llegar y el último en irse... el ejemplo arrasa, el ejemplo causa admiración, el ejemplo es lo que crea la disciplina de un pueblo, de una empresa, de una nación... el buen ejemplo".
Valores
"Cuando estaba estudiando la carrera de contador público iba a la Universidad temprano. En el camino les compraba el periódico a los jóvenes que los vendían en la calle. Les daba un billete de 100 pesos y como costaba unos 50 centavos me tenían que regresar $ 99.50.. pero al no tener cambio, les decía que me los regresen a mi vuelta del trabajo. Muchos no lo hicieron, pero los que sí lo regresaron son los que actualmente tienen un porvenir, son ellos los actuales ejecutivos y directores de mi empresa y tienen todo el confort y bienestar económico. Por eso digo que en latinoamérica con su gente se puede, siempre que le des educación formativa.
Para qué quieres en tu empresa un contador, un ingeniero, un licenciado con dos maestrías, si no es honesto, si no es puntual, si no sabe trabajar en equipo, mientras más años lo tengas en la empresa más daño te vá a ocasionar. Los valores no tienen precio. Pero es lo que hace al ser humano, a las empresas grandes.
Responsabilidad y esfuerzo
"Se suele escuchar como nuestros trabajadores, nuestros alumnos, nuestros hijos, muchos de nosotros decimos: se rompió, se cayó, se perdió... pero cuando se pregunta quién lo hizo ?... nadie se hace cargo.
Otro ejemplo... cuando se le pregunta a una persona: no aprendiste inglés ?... la persona responde: no me lo enseñaron. Cuando la respuesta podría ser: porque no quise aprenderlo".
"Si quieren ser libre, si quieren volar alto, y si quieren triunfar en la vida... van a tener que develarse muchas noches, sacrificar muchos fines de semana, esforzarse.
Si esperan que se los dé papá gobierno, si esperan que se los dé el patrón o esperan que se los dé alguien... les digo que los felicito, porque estarán haciendo una vida de elefante de circo, de hacer lo mismo todos los días".
Como en la religión
"Como en la religión, Japón y los países latinoamericanos somos diferentes... mientras que en Japón los fieles van a los templos a ofrecer, en este lado del mundo los peregrinos van a pedir y esperar. Y esto se repite a nivel empresarial: los sindicatos latinoamericanos presentan pliegos de peticiones (mayores sueldos, más vacaciones, más aguinaldo, etc.), mientras que los sindicatos nipones presentan pliego de ofrecimientos (ofrecemos bajar el nivel de error, ofrecemos mayor producción en menor tiempo, etc. ... objetivos que cumplidos, terminan en premiar a los trabajadores con beneficios en sueldos, vacaciones y aguinaldos, entre otros)... que pequeña, pero gran diferencia !".
El triunfador en esta vida, tarde o temprano siempre será el que dá y no, el que pide.
Por eso podemos decir: el que cumple sus obligaciones y dá más de lo que puede, convierte su mundo en un paraíso; el que sólo pide y sólo exige, convierte su mundo en un infierno. Y Siempre hay que tener en cuenta de hacer las cosas con el kimochi, o sea con el sentimiento, con el corazón".
Principios de la naturaleza
"En Japón las personas están educadas sobre los principios de la naturaleza. Ellos comparan las estaciones del año con las diferentes etapas de la vida:
Primavera: desde el nacimiento hasta los 20 años de edad. Durante este período la persona tiene la obligación de crecer tanto física, moral y espiritualmente, tratando de alcanzar su máxima plenitud.
Verano: desde los 20 hasta los 40 años de edad. Es una época frondosa. Casamiento, hijos, trabajo, tiempo libre.
Otoño: desde los 40 hasta los 60 años de edad. Cambia el cuerpo, cambian los estados emocionales, etc. Nos damos cuenta que estamos envejeciendo.
Invierno: desde los 60 años en adelante. Lo importante es llegar bien a esta etapa, con una jubilación óptima".

Don Carlos finaliza su conferencia con mucha emoción, contándonos un cuento que su padre le contó en su niñez:
"Había un bosque muy hermoso, donde vivían muchos animalitos. De repente, este bosque se empieza a incendiar y todos los animalitos empiezan a huir. Sin embargo, un gorrioncito se queda allí: vá al río, moja sus alitas, vuela sobre las llamas del incendio y deja que una o dos gotitas de agua, tratando de apagar el incendio. Pasa un elefante y le grita: gorrioncito no seas tonto !, huye como todos !... ¿ no ves que te vas a quemar ?...
Y el gorrioncito se voltea y le dice: No !, este bosque me ha dado todo, familia, alimento, amigos; pero por sobre todo felicidad... y no me importa morirme, por simple lealtad voy a tratar de salvar a mi bosque.
Y así; vá al río, moja sus alitas, vuela sobre las llamas del incendio y deja que una o dos gotitas de agua vuelvan a caer sobre el incendio.
Ante esta actitud, los dioses se compadecen de él y deja caer una fuerte tormenta y el incendio felizmente se apaga.
Y este bosque vuelve a reverdecer y florecer. Todos los animalitos regresan y vuelven a ser felices, más felices de lo que eran".


Kasuga reflexiona y nos deja esta definición:
"Tal vez su país esté en un incendio económico, social y político. Pero por favor les pido a todos y a cada uno de ustedes, que sean como ese gorrioncito y que todos los días dejen caer una o dos gotitas de sudor, de trabajo y de estudio... y si así lo hacen, Argentina se los agradecerá y Dios los bendecirá".

domingo, 1 de abril de 2012

EL HABLA COTIDIANA.

EL HABLA COTIDIANA.
Dirigir un cariñoso “buenos días” o interesarse de forma sincera por quienes nos rodean, son detalles que llenan nuestra vida.
Cómo cuidar los pequeños detalles:
~ Palabras que nos motivan. La comunicación cotidiana es una gran fuente de energía y motivación para todos. Un “buenos días” sincero y atento o 30 segundos para compartir una pequeña vivencia hacen milagros en las relaciones personales. Compruébalo.
~ Respeta a los demás. No pases por delante de alguien haciéndole sentir que es transparente. Un afectuoso “hola”, un “buenos días” o un comentario oportuno ayudan a que el respeto se instale entre nosotros.
~ Interésate por su vida. Deja de hablar del tiempo en el ascensor, o en la cola de la panadería. Estas personas con las que coincides cada día son tus vecinos. Interésate por ellos. “Róbales” una pequeña conversación. Les harás sentir -y a su vez ellos te lo harán sentir- mejor y más persona.
~ Fíjate en sus expresiones. ¿Hay alguien que hace mala cara? ¿Has notado si alguien exhibe una inusual sonrisa? Aprende a captar los gestos e interésate por lo que les ocurre a las personas de tu alrededor; muestra tu interés.
~ “Pierde” 30 segundos. Cada día, dedica 30 segundos a los demás. Comparte algo con un compañero de trabajo, ofrece un cariñoso saludo, habla de tus cosas cotidianas. Quizá perderás 30 segundos, pero veraz como acabas ganando una relación.

VIVIR SIN PREJUICIOS.

VIVIR SIN PREJUICIOS.

El no ser capaz de cuestionar lo que sabemos, no animarnos a revisar lo que alguna vez nos dijeron o no permitirnos actualizar nuestra propia experiencia, nos dejaría en poco tiempo en la misma situación de quien nunca supo y nada entiende. Es imprescindible actualizar lo que sabemos, revisar, descartar, descubrir, completar y mejorar lo que siempre tuvimos por cierto.
Es necesario, crear nuevos diseños de viejos productos, nuevas soluciones a viejos problemas y nuevas formas de utilizar las viejas herramientas que hemos heredado.
Estas y otras razones son suficientes para justificar la necesidad de abrirnos a lo nuevo o a la conveniencia de explorar nuevas posibilidades.
Pensar de forma creativa, es una norma de vida, los conceptos de neurosis y salud mental; el mayor de los disparates, no es vivir haciendo cosas extrañas que la mayoría de la gente asocia con la locura, sino vivir haciendo lo mismo y tener la absurda pretensión de que el resultado sea diferente. ¿Qué nos conduce a tener esta expectativa? Seguramente, esta terquedad se deriva de la dificultad para abrirnos a nuevas posibilidades, de la rigidez que impide aceptar los cambios de nuestros prejuicios.
Todo sucede cómo si gran parte de la sociedad huyera del pensamiento creativo, asustada de las consecuencias de reflexionar o de enfrentarse a lo que creía hasta entonces. Hay pocos temas en los que el discurso explícito de las personas sea tan opuesto a su actitud como el de los prejuicios.
Parece evidente que si se hiciera una encuesta con las siguientes preguntas, obtendríamos muy pocas o ninguna respuesta afirmativa.
¿ Esta usted a favor de la rigidez de pensamiento?
¿ Le parece positivo o útil evaluar una situación o a una persona a partir de sus prejuicios insustanciales?
¿ Cree usted que generalizar es una manera de encontrar la verdad definitiva de las cosas?
¿ Opina que es beneficioso quedarse amarrado a hábitos mentales anacrónicos?
Sin embargo, en la intimidad de las respuestas que una persona sólo puede darse a sí misma, debería admitir que, en más de una ocasión, no me animo a abrir mi mente a algunas ideas nuevas. Que frecuentemente me sorprendo a mi mismo haciendo algún análisis teñido de prejuicios o basado en antiguos esquemas de referencia que ya no tienen ningún valor. Y ahora imagino que a ti te sucede más o menos lo mismo que a mi.
APRENDER DE NUESTROS ERRORES.
~ No todo resbalón significa una caída.
~ El hombre que ha cometido un error y no lo corrige, comete otro error mayor.
~ Si no te equivocas de vez en cuando, es que no te arriesgas.
~ Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que aún no conocía.
~ Un hombre no debe nunca avergonzarse por reconocer que se equivocó, lo cual es como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
~ Los errores del hombre son especialmente los que le hacen digno de amor.
~ Vale más actuar exponiéndose a arrepentirse de ello, que arrepentirse de no haber hecho nada.

ENCONTRAR EL MEJOR ANTÌDOTO.

ENCONTRAR EL MEJOR ANTÌDOTO.

Todos experimentamos los mismos miedos en algún momento de nuestras vidas; así podemos superarlos:
~ ATREVERSE A SER FELICES.
Según Abrahán Maslow, todos tenemos miedos de vivenciar nuestras potencialidades más positivas, tenemos miedo de llegar a ser lo que podemos atisbar en los momentos de mayor perfección y coraje.
Seguramente, para muchas personas es así; ser feliz se convierte en algo inalcanzable por que les asusta conseguirlo. Pero ¿a que se debe este miedo? La respuesta está en creencias en las que basamos nuestra identidad más profunda.
Hay muchas personas que tienen un concepto de sí mismos muy negativo, creen que no merecen nada o que no pueden hacer cosas valiosas e, incluso, que no tendrían que existir. Estos conceptos negativos de uno mismo son más comunes de lo que pensamos. Cuando un niño no encuentra en sus padres una respuesta afectiva, es muy fácil que desarrolle la idea de que no tiene derecho a ser amado o que no tiene capacidad para conseguir nada. Alguien con estas ideas negativas no intentará ser feliz. Es como si partiera de la posición de perdedor.
Son estas creencias las que logran que el miedo nos paralice y que no nos arriesguemos a hacer cosas nuevas, a conseguir nuestros deseos. Y si no nos arriesgamos, no aprendemos, no generamos experiencias gratificantes, nos quedamos bloqueados y estancados, con la consiguiente frustración.
Para salir de este círculo vicioso es necesario pasar a la acción, hacer las cosas que uno desea despacio y a pesar del miedo, atreverse a realizar nuevos aprendizajes.
También hay personas capaces de llevar a cabo todo lo necesario para conseguir sus sueños, pero cuando están a punto de lograrlo lo abandonan. Exageran la responsabilidad del éxito; es como si estuvieran preparados para el esfuerzo pero no para el disfrute.
Creer que tenemos tanto la capacidad de experimentar el sufrimiento como el placer, y que las dos cosas son igual de buenas, nos puede ayudar a no tener miedo a ser felices.
Todo se humano tiene derecho a disfrutar la vida. Esta creencia es la base para poder llevar a cabo nuestros sueños. Tenemos que darnos pequeños placeres de vez en cuando, así aumentará nuestra satisfacción y al comprobar que no somos castigados por ello, iremos por deseos más grandes.
~ VALORAR EL CAMBIO.
Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Diciéndome esto me han enseñado a refugiarme en la rutina, convencido de que lo actual, lo vigente, ofrece una seguridad que lo nuevo no podría garantizar. Se habla de rutinas y no de tradiciones.
Rutinario es quien sigue un itinerario preestablecido, como los caballitos de feria que dan vueltas ciegamente en una ruta inmodificable. El hombre rutinario vive así, transita por el camino pero se pierde la fiesta del paseo, refugiado en el itinerario que no cambia, respeta y sigue.
Pero la vida es un permanente fluir, es un entrar y salir. Entramos en nuevas relaciones, trabajos, amores, mundos desconocidos…, para salir y entrar en otras relaciones, trabajos, amores y mundos desconocidos.
Al entrar, abrimos puertas y ventanas que conducen a nuevas posibilidades. Algunas entradas son triunfantes y otras vergonzosas, algunas son forzosas y otras buscadas. Cuando salimos dejamos huellas que hablan de nuestro paso. Algunas son gloriosas y otras tristes. Pero todas construyen nuestra historia.
Vivimos cambiando y cambiamos viviendo. Cuando intentes un cambio, imagina que ventanas abres, reconoce tu libertad para elegir y recuerda que cada día es una nueva invitación a la fiesta. Ten en cuenta que corres el riesgo de perdértela si repites hoy ciegamente, el día de ayer.
~ DEL ERROR TAMBIEN SE APRENDE.
En esta sociedad altamente competitiva en la que el éxito lo es todo, no es de extrañar que exista tanto miedo al fracaso. Al individuo no se le enseña a aprender del error sino actuar con el fin de no equivocarse.
Para la antigua filosofía china son los errores los que nos acercan a la verdad. Si observamos los fundamentos de la ciencia comprobaremos que su funcionamiento es análogo. Cuando un niño pequeño empieza a caminar, fracasa continuamente a la hora de ponerse en pie, lo que le sirve de enseñanza para, al fin, lograrlo. Si impidiéramos que cayera o se diera el más mínimo golpe, nunca aprendería. De hecho esta comprobado, que los niños protegidos en exceso tardan mucho más tiempo en caminar porque se les genera más inseguridad y miedos.
La vida no puede ser “pensada”, sólo puede ser “vivida”. Difícilmente superaremos el miedo al fracaso si sopesamos pros y contras para protegernos de la incertidumbre antes de actuar. Por el contrario, si actuamos y luego extraemos conclusiones, iremos en la dirección adecuada y el miedo no nos bloqueará.
Si el miedo a equivocarte está demasiado presente, te sugiero:
~ Ante la duda de actuar; no actuar, debemos actuar siempre, así aprenderemos algo nuevo. De lo que hay que tener miedo es de quedarnos quietos.
~ Estropear para arreglar. Cuando nos encontremos ante un problema aparentemente irresoluble, podemos aplicar la antigua filosofía china que propone dejar de buscar soluciones durante un momento para pensar en como podríamos complicar aún más la situación. Este “pensar a la inversa”, paradójicamente libera la mente de forma que, en poco tiempo y espontáneamente, se nos ocurren nuevas vías de salida.
~ Un pequeño error al día. Cuando estamos muy tensos ante un proyecto, no nos permitimos el mínimo error, lo que nos provoca ansiedad. En estos casos, cometer voluntariamente un error nos liberará.
~ SERENIDAD FRENTE A LA MUERTE.
Hace algún tiempo trabaje en una unidad de cuidados paliativos, acompañando a personas que se enfrentaban a la muerte. Como premisa de trabajo, pensaba que el miedo a la muerte era algo natural, que todos lo teníamos.
Un buen día conocí a Pablo, un señor mayor que estaba ingresado en la unidad. No le quedaba mucho tiempo de vida y él lo sabía.
La primera vez que fui a verle, estaba sentado al lado de la ventana, frente a su mesita, con un montón de fotos delante; me presente y le animé a que me explicara cuales eran sus preocupaciones. Pablo me contestó que no tenía ninguna. Inmediatamente pensé: “tiene tanto miedo a morir que no es capaz de hablar de ello”. Así que charlamos un rato de las fotos que tenía.
La segunda vez que fui a verle, Pablo tenía un montón de papeles y cartas. Volví a interrogarle. Esta vez se irrito un poquito. Me dijo que se sentía muy tranquilo y que no necesitaba ayuda psicológica. Así que nos pusimos a charlar sobre sus papeles y cartas- Me explico muchas historias de su vida. Era un narrador insuperable; divertido y entrañable.
La tercera vez, en cuanto entre a la habitación, Pablo se levantó, se acercó a mi y, mirándome a los ojos, preguntó: “tienes miedo a la muerte”, conteste “si”. Pablo me sonrió y dijo “no te engañes. El miedo a la muerte es un sentimiento que no es tuyo. Te han enseñado a temerla. Porque la muerte, aunque te cueste creerlo, es una realidad tan natural como la vida. Como supiste nacer, sabrás morir”.
Vive la vida como un regalo, para que, el día de tu muerte, sepas que ha valido la pena vivirla. Y vete cada noche a dormir, sabiendo que no tienes nada pendiente con nadie. Y sobre todas las cosas, que tu motor sea siempre el amor. De esta manera desaparecerá tu temor.
Aquel día, Pablo me dio una lección increíble y real: así fue como vivió y así fue como murió.
~ SIN TEMOR AL RECHAZO.
El principio más profundo de la naturaleza humana es el anhelo de ser apreciado”.
Sentir que pertenecemos a una familia, a un grupo, nos define y nos aporta seguridad. El rechazo es todo lo contrario, nos provoca una herida emocional que nos hace sentir de nuevo pequeños, como niños reprendidos, y nos genera una terrible sensación de inseguridad.
Para evitar esa sensación aprendemos a adaptarnos a lo que se espera de nosotros, se trata de ganarnos un lugar en nuestro entorno, pero una herida temprana o crecer en un ambiente en donde no se nos valoró lo suficiente, puede crearnos un temor excesivo a no ser aceptados.
Entonces nos centramos en intentar que no se escapen emociones, pensamientos o actitudes inadecuadas, pero en ello ahogamos la propia espontaneidad y vivimos en tensión.
Para resolver este temor a ser uno mismo, es preciso atreverse a mostrarse más. Primero, recuperando esa conexión con las propias emociones y pensamientos. Segundo, dando el paso de expresar lo que uno siente, opina o piensa, aunque sea distinto a lo que sienten, opinan o piensan los demás.
Así, superando el miedo a diferenciarnos, llegaremos a desplegar lo que en realidad somos. Y a vivir las relaciones con mayor profundidad y naturalidad.
~ MIEDO AL COMPROMISO.
Cuando nos enamoramos de alguien, lo hacemos en gran medida, de la persona que se quiere o se necesita ver, es decir, inventamos a nuestra pareja y la construimos en función de nuestras necesidades. Es un periodo en el que todo fluye y surge espontáneamente, no se requiere de esfuerzo ni voluntad.
Con el tiempo, esta visión narcisista choca con la realidad y empezamos a percibir la diferencia entre lo que nuestra pareja es y lo que deseamos que sea. Es aquí justamente donde se demostrará la predisposición al compromiso.
Pero este compromiso requiere de una serie de habilidades personales y de una madurez que, en ocasiones desborda los recursos de que se disponen, favoreciendo que el miedo se apodere de la relación.
Aceptar un compromiso supone afrontar este miedo y pasar por el duelo y la pérdida de la imagen idealizada y narcisista que tenemos de nuestra pareja, un hecho que implica un grado de angustia importante, pues siempre flota en el ambiente la idea de que esa persona ideal nos estará esperando en alguna otra parte.
La única forma de acercarse a nuestro ideal interno, es a partir de la construcción y búsqueda conjunta con la pareja que elegimos para, desde una visión más realista, construir codo con codo el camino que asciende en dirección a ese ideal.
~ EL ENCUENTRO CON LA SOLEDAD.
El ser humano nace con la necesidad de vivir en grupo. Cuando crecemos, toda nuestra estructura psicológica apunta hacia una vida compartida: en familia, en pareja, los amigos, los compañeros de trabajo; esto es porque le falta la colaboración con otros individuos.
Por este motivo, cuando por alguna razón nos encontramos solos no nos sentimos del todo a gusto; nos falta la compañía de otros seres humanos. En algunas personas este deseo natural de compañía toma la forma de un auténtico miedo a la soledad, especialmente cuando el hecho de encontrarse solo se traduce en un “estar sin pareja”.
Pero los momentos de soledad, también forman parte del ser humano, igual que los tiempos compartidos. El ser humano no solo es un ser gregario, también es un individuo. Por tanto,, la soledad no es un estado carencial, es una oportunidad.
Cuando estamos solos podemos desvincularnos de las obligaciones y constricciones que nos impone estar con otros -- tenemos que compartir, dialogar con otros, negociar, competir, ceder…--, para encontrarnos con nosotros mismos. Podemos hacer cosas pensando sólo en nosotros mismos y mimarnos con aquello que nos gusta.
La soledad puede ayudarnos a descubrir nuevas facetas de nosotros mismos y vernos de otra manera, es decir, cultivar nuestra individualidad; y es esta precisamente, nuestra forma de ser diferentes de los demás, lo que nos hace atractivos para los otros.
Debemos aceptar que la soledad es el polo opuesto pero necesario, de la compañía, y el tiempo solitario empleado de manera positiva nos capacitará para la vida con los demás.
Sólo si sabemos disfrutar de nuestra soledad, sabremos disfrutar también de la compañía.

sábado, 3 de marzo de 2012

8 CLAVES PARA ENFRENTARSE A SUS MIEDOS.

8 CLAVES PARA ENFRENTARSE A SUS MIEDOS.


        La mayor aliada del miedo es nuestra propia mente. Pero a la vez, es la mejor herramienta para desarticularlo:
1.- Distingue los miedos.
     El primer paso es no confundir los miedos amigos con los miedos enemigos. Los miedos amigos te advierten del peligro para que te pongas a salvo, para que te libres de la amenaza y no para que caigas en sus manos; te preparan para una situación determinada. Los miedos enemigos te disuaden de que luches y, además, te debilitan y desaniman.
2.- Tú no eres tu miedo.
     Debes tener en cuenta que el miedo tiene sus artimañas. Una de las más insidiosas, cuyo fin es debilitar nuestra fuerza, es que nos identifiquemos con él y nos sintamos avergonzados. Cuando asumimos nuestros miedos como un rasgo negativo de nuestra personalidad nos condenamos al silencio, al secretismo y, como consecuencia de esto, no buscamos ayuda. Tienes que pedir el mismo respeto por tus miedos que por tus dolencias físicas.
3.- No colabores con él.
    Además de esconderlos, también tendemos s alimentar nuestros miedos. Todos podemos colaborar sin darnos cuenta: el miedo es invasor y como tal tiende a hundir o anular a quien lo padece. Puede apoderarse de la conciencia entera del sujeto y alterar sus relaciones.
    Conviene por ello que lo aísles de tu dinamismo mental. No intentes justificarlo. No puedes decir: “hoy no voy a esa reunión porque va a ser muy aburrida”, cuando deberías reconocer: “no voy porque me da miedo la gente”. No puedes decir: “No vale la pena reclamar una cosa tan boba”, cuando en el fondo lo que estás pensando es que no sabes cómo hacerlo o no te atreves.
4.- Adopta una posición activa.
     Una vez que son conscientes, debes declarar la guerra a los miedos enemigos que han invadido tu intimidad. Hay que movilizarse, es decir, afrontarlos activamente. Tienes varias opciones para hacerlo.
5.- Fortalece tu cuerpo.
     La solución para luchar contra el miedo es disminuir el peligro o aumentar los recursos naturales. En primer lugar tienes que preparar tu organismo para la batalla. Esta demostrado que el ejercicio físico es un antídoto contra las sensaciones que provienen de él. Entre otras virtudes, aumenta la tolerancia al esfuerzo. No olvides que las personas con tendencia a la angustia suelen eludir el ejercicio físico.
6.- Sé tu propio entrenador.
     Los entrenadores saben muy bien que el atleta debe animarse a sí mismo antes de realizar un ejercicio o hacer un esfuerzo. Y los terapeutas más conspicuos insisten en preguntar a sus pacientes, qué piensan de la terapia que reciben. Saben que una actitud displicente o unos comentarios acres o devaluadotes van a limitar la eficacia del tratamiento.
7.- Debilita al enemigo.
     Critica las creencias en que se basa el miedo. Desenmascara sus jugadas de farol. Búrlate de él. Desarrolla el sentido del humor para desactivarlo. Aprovecha todo lo que sabes para hacerle daño. Tienes que convencerte de que no es tan importante. Exponte gradualmente al miedo.
8.- Busca buenos aliados.
     Es difícil combatir el miedo solo; y si esto es patológico, imposible. Busca consejo, y ayuda de personas competentes. Busca también a quien pueda darte ánimo cuando estés desalentado. Las redes de apoyo afectivo son la mejor solución a muchos de nuestros problemas, incluido el miedo.

CONVERTIR EL MIEDO EN CORAJE.

CONVERTIR EL MIEDO EN CORAJE.


      Existe un miedo con mayúsculas, esa sensación de peligro que empuja a ponerse a salvo. Pero existe también el miedo infundado y pequeños miedos cotidianos que parecen poco importantes y, sin embargo, resultan paralizadores: miedo a decir “NO”, a defraudar a la gente, a opinar…
      De todas las emociones que amargan el corazón humano -y son muchas-, la gran familia que forman la angustia, la timidez, la inquietud, el temor, la vulnerabilidad, etc.
Es la que más preocupa. Hobbes, filósofo inglés escribió una frase terrible, que podríamos asumir todos: “El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos; yo y mi miedo”.
    Conocer el mecanismo de los miedos puede ayudarnos a resolverlos o, al menos, a tenerlos bajo control. La pregunta sería ¿Qué puedo hacer con mis miedos?
~ MIEDOS APRENDIDOS.- Hay unas personas más miedosas que otras. Hay individuos que viven en un estado de ansiedad continuo. Hay personas tímidas y personas atrevidas ¿De dónde proceden de esas diferencias? ¿Son innatas o adquiridas? ¿Hay una predisposición para el miedo?
      Se ha descubierto que hay temperamentos vulnerables a la ansiedad, niños que nacen con una “afectividad negativa”. Parecen dotados de antenas para captar los estímulos peligrosos o perturbadores del entorno. Ahora se saben que estos se pueden combatir.
     La mayor parte de los miedos se aprenden y también se pueden desaprender, por eso conviene conocer sus modos, variaciones y múltiples rostros. Hay miedos normales y patológicos, y se diferencian por su intensidad.
    La timidez excesiva se convierte en fobia social, que es un trastorno severo. La preocupación por la salud, puede derivar en hipocondría. La higiene compulsiva de lavarse las manos es fruto de un miedo irracional.
    Conviene no olvidar que esos miedos exagerados, se dan en personas que en todo lo demás pueden ser muy inteligentes y sensatas. ¿Por qué entonces llegan a esos extremos?
Todas las emociones son útiles. El miedo es la emoción provocado por la presencia de un peligro y nos sirve para ponernos a salvo. Se convierte en un problema cuando lo sentimos aunque no haya peligro real o cuando dura demasiado tiempo o es muy intenso.
    A veces nos atenaza un miedo sin que haya una amenaza real. Es una ansiedad que no sabemos explicar, que nos “encoge el estómago”, esta es la angustia. Quien la sufre se siente asustado continuamente, como si esperara un mal que no sabe precisar. Junto con la depresión - con la que está estrechamente relacionada-, es el malestar que más gente lleva a las consultas médicas y psicológicas.
    Ambas son experiencias demoledoras.
~ TEMORES COTIDIANOS.- Estos pueden amargarnos la vida: ejemplos.
    Hay un miedo especial a tener que adoptar una postura firme ante otras personas para mantener las propias ideas, expresar las necesidades o sentimientos, reclamar lo derechos; es la timidez de la víctima que puede manifestarse de muchas maneras. Es incapaz de negarle algo a alguien, reclamar una deuda, expresar el desacuerdo, protestar ante un comerciante. Un caso muy frecuente es el miedo a decir “NO”. Las personas que lo sienten son presa fácil de vendedores, a los que no se atreven a desairar, por eso prefieren comprar en supermercados o grandes almacenes, donde pueden mirar sin ser acosados por el empleados.
    A veces el miedo a afirmar los propios derechos se reducen a unos temas específicos, por ejemplo el dinero.
~ CUANDO CUESTA AFIRMARSE.- En este grupo de miedos a tomar una postura firme podemos incluir otro temor: la dificultad de decir adiós, de terminar una relación, personas que no saben despedirse. Es cierto que mucha gente prolonga excesivamente las despedidas; les acomete, per se, un temor a ser brusco, a ser descortés, a no encontrar la palabra justa. Además, no comprenden bien que la educada y tibia protesta de los anfitriones -no os vayáis tan pronto-  no es una invitación a quedarse, sino una fórmula ritual.
    Algo parecido les sucede a muchas personas en sus relaciones afectivas. Hay muchas parejas que su relación se estira como una goma elástica sin que ninguno se atreva a cortar. Decidir es siempre “cortar” y hay un cierto miedo a hacerlo, que no es claramente explicable. Si investigamos a fondo, se comprueba que puede haber varias razones: por no hacer daño, por no alterar su imagen, por temer la reacción de la otra persona, por no saber que decir después de decir adiós, etc.
    En muchas ocasiones no se trata de una preocupación ante el hecho en sí de la separación -porque el protagonista querría que ya hubiera pasado y sentirse libre- sino al primer enfrentamiento. Por eso puede resultar más fácil hacerlo por carta, lo que da lugar a situaciones que serían cómicas si no fueran trágicas.
    En el fondo de estas situaciones suele estar el miedo a defraudar a la otra persona. Esta es la razón más poderosa. Y este miedo a dañar la imagen que tengo de mi se basa en la idea de que mi integridad, mi identidad y mi dignidad dependen de la evaluación de los otros, implica que mi juicio sobre mi mismo dependen del juicio ajeno, y no sólo del juicio de alguien significativo, sino de cualquier persona.
~ EL VALOR DE UNO MISMO.- En estos casos hay un desajuste de algo necesario: el aprecio de los demás. Esta dependencia es tan exagerada que produce una anulación del valor intrínseco, sacrificado a la evaluación exterior.
    Hay personas que pueden decir que nunca han sentido envidia o celos o agresividad, pero no hay nadie que pueda decir que no ha sentido miedo.
    La especie humana es la más miedosa de la naturaleza, porque a los miedos reales añade los miedos imaginarios, lo que produce muchas desdichas que podrían evitarse. Desactivar estos miedos creados es primordial si queremos vivir una vida feliz y digna.