jueves, 23 de febrero de 2012

COMO RECUPERAR LA AUTOESTIMA.


COMO RECUPERAR LA AUTOESTIMA.
Para salir del círculo vicioso del acoso psicológico hay que empezar por uno mismo. Ser consciente de cuando se han superado los límites y decidirse a actuar.
~ Reconocer para desactivar.
Hablamos de agresión cuando el comportamiento de una persona atenta contra la dignidad de otra. Reconocer este tipo de violencia ayudará a desactivar los juegos psicológicos que genera.
~ Definir los límites.
Resulta importante definir qué es aceptable para una persona en una relación, cómo quiere ser tratada y qué no está dispuesta a tolerar. Estos límites son los puntales de la propia identidad, pero es preciso defenderlos para que sean efectivos.
Si en una situación se traspasa uno de estos límites, la persona debe pararse a reflexionar para poder actuar en consecuencia.
~ Conectar con las emociones.
Muchas veces la persona que sufre agresiones censura sus sentimientos, ya que se contradicen con la visión que impone el agresor. Es importante sentir y describir las emociones que aparecen y verbalizarlas. Definir como se siente en esa situación, y saber qué es lo que necesita, con esto se colocará de nuevo en su centro.
Conectar consigo misma y recuperar la sensación de importancia y valía personal.
~ Escribir.
Resulta útil escribir todos aquellos comentarios que han molestado o han despertado una sensación de amenaza, dolor, rabia o aturdimiento.
Tomar nota de las provocaciones puede ayudar a verlas con distancia para saber si se trata o no de una agresión a la propia integridad. Es una forma de develar el juego, de hacerlo más evidente, para intentar no quedarse atrapado en él.
~ Explicitar el juego.
La manipulación utiliza a menudo mensajes vagos, confusos o contradictorios, de los que resulta difícil defenderse. Una manera de desmontar estas trampas es explicitando todo aquello que está expresado de manera indirecta, ejemplo: “me siento dividido, por un lado me dices que no hace falta que te ayude; pero por el otro, siento que si no lo hago te enfadarás”.
~ Cuestionar la relación.
Una persona se puede sentir agredida y no ser consciente de las estrategias que usa a su vez para herir. Es importante diferenciar el maltrato de la lucha entre dos bandos. En el primer caso, una o varias personas están en una posición de superioridad, el poder es unilateral, mientras que el agredido renuncia y se somete. En el segundo, no hay sumisión, cada persona se siente atacada y justifica sus ataques como defensa.
~ Curar la herida emocional.
Las agresiones continuadas dejan como residuo una autoestima debilitada, sentimiento de culpa, miedo, creencias limitantes… Es preciso tratar estas heridas emocionales para que la persona pueda reconstruir su identidad y su sensación de valía. Cuanto más se refuerza la imagen positiva y competente de uno mismo, más aumenta la resistencia emocional y más difícil es que las agresiones hagan mella en la persona.
~ Adoptar un papel activo.
Si existen agresiones, es preciso actuar, ya sea para poner los límites que definan lo que se desea en esa relación, como para buscar ayuda o tomar otras decisiones.
Cuando existe sumisión, la persona debe traspasar el miedo al conflicto y el sentimiento de culpabilidad para enfrentarse a la situación. A veces la actitud conciliadora y razonable, no es suficiente y son necesarias medidas más drásticas.
-TERAPIA. Las personas que sufren acoso psicológico, les es difícil tener la claridad suficiente para frenar la situación y suelen necesitar apoyo profesional.

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