lunes, 20 de febrero de 2012

GIMNASIA CEREBRAL


GIMNASIA CEREBRAL

Se pueden sentir más emociones positivas si las llevamos a la práctica mediante cuatro sencillos ejercicios. Estos elevaran tu estado de ánimo de forma duradera.

Sabemos que cuidar nuestro cuerpo es importante y por eso tratamos de mantenernos en forma practicando algún deporte o yendo a un gimnasio; podemos poner a trabajar nuestra mente para fortalecerla y mantenerla en pleno rendimiento, esto puede ser de diferentes maneras: ~ Ejercicios de memoria, de lógica o resolución de problemas, nos ayudan a ejercitar nuestro intelecto.

~ Ejercicios de relajación y meditación nos permiten fortalecer nuestras conexiones neuronales internas.

~ Existen ejercicios destinados a desarrollar la parte emocional de la mente.

Según la psicología positiva, al trabajar directamente sobre nuestras emociones positivas y nuestras mejores características, podemos influir de manera decisiva en nuestro grado de satisfacción personal y vital.

Te propongo cuatro actividades mediante las cuales es posible trabajar los rasgos positivos que hay en cada uno de nosotros, estas sencillas prácticas han demostrado su capacidad para mejorar el ánimo y dotar a quienes las realizan de una mejor predisposición para la felicidad.

1.- LA CARTA DE GRATITUD. En este primer ejercicio trabajaremos sobre una habilidad humana llamada gratitud. Ser capaz de agradecer es un rasgo de la personalidad que se relaciona con la satisfacción vital, pues amplía los recuerdos del pasado. A través de esta habilidad expresamos el agradecimiento hacia otras personas o hacia la vida en general.

Piensa en alguna persona -familiar o no- que, en algún momento de tu vida te haya ayudado o se haya portado bien contigo, pero al que nunca hayas tenido oportunidad de agradecérselo. Cuando tengas a esta persona en tu mente, escríbele una carta de gratitud, en la que describes con todo detalle y sinceridad, por qué le estás agradecido.

Si es posible entrega esta carta personalmente y pídele que la lea delante de ti; si ha fallecido evócala mentalmente y léela en voz alta.

Expresar gratitud a una persona importante de nuestra vida es una experiencia muy emotiva y característica, especialmente si sentimos que estamos en deuda con ella. Muchas personas terminan fundidas en un fuerte abrazo y/o lloran de emoción

2.- EL DIARIO DE LA POSITIVIDAD. Aprender a ser conscientes de las cosas positivas que nos ocurren en al vida es una tarea que muchos tenemos pendientes. Este ejercicio aumenta nuestra capacidad de prestar atención a lo bueno que nos sucede en la vida y el poder de hacernos más conscientes de las cosas. Durante toda una semana, antes de irte a dormir escribe 3 cosas buenas que te hayan ocurrido durante el día. Trata de explicar el por qué de esos hechos positivos. Después de la semana, continúa haciendo el ejercicio, trata de incorporarlo a tus hábitos diarios, pero sin escribir, dedica unos minutos de tu tiempo, cada noche para reflexionar sobre 3 cosas positivas cada día.

Centrar la mente en los hechos positivos, modifica la atención y la manera en que afrontamos el día a día.

3.- AYUDAR A LOS DEMÁS. Esto es, a largo plazo, más satisfactorio que perseguir el placer personal, y lo demuestra este ejercicio. A lo largo de una semana, realiza una tarea placentera para ti mismo y una tarea destinada a ayudar a los demás.

Lanza una moneda al aire para decidir cual de las dos tareas llevarás a cabo en primer lugar y recuerda dedicar el mismo tiempo a ambas. Una vez realizadas, escribe acerca de tu experiencia, comparando y contrastando tus sentimientos y reacciones en cada actividad.

Con muy pocas excepciones, este ejercicio otorga a quienes lo realizan una lección de vida muy valiosa: la diversión personal es placentera en el momento en que estamos realizando la acción, pero es un placer fugaz. En contraste, el amor y la preocupación por los demás permanece.

4.- REGALAR TIEMPO. ¿Cuál es el regalo más valioso que podemos hacerle a la persona que queremos? El mejor regalo es nuestro propio tiempo, además de ser de un valor incalculable.

En este ejercicio elige a alguien a quien quieras y reflexiona acerca de qué podrías hacer por esa persona que implique básicamente dedicarle tu propio tiempo. Es decir, planea un regalo de tiempo para la persona elegida y entrégaselo.

El regalo puede consistir en hacer algo juntos o en hacer algo por tu cuenta, tómate el tiempo necesario para realizar esta actividad, considera el no portar reloj y no pensar en el tiempo empleado. Deja que la propia actividad hable por sí sola y que el tiempo fluya sin límites.

Realizados estos ejercicios, valora en que medida han tenido una repercusión en tu vida y piensa que este cambio se puede transformar en algo estable. Practicarlos con regularidad es entrenarse para ser feliz.

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